La mejor forma de presentar el jamón ibérico es color finas lascas en un plato llano mientras vas cortando. Cuando menos las manipules, mejor se conservarán, tanto en aroma y sabor
La temperatura idónea a la hora de cortar un jamón ibérico es de entre 20 y 23 grados. A esa temperatura la grasa del jamón comienza a ser untuosa y se desprenden los mejores aromas. Si entremezclas en el mismo plato lonchas de diferentes zonas, conseguirás diferentes matices
Una ración de jamón ibérico suele tener entre 30 y 35 lascas de jamón de unos 80 o 100 gramos. Se colocan desde el exterior al interior del plato
La lasca perfecta es aquella loncha de jamón fina, casi transparente, veteada de grasa y con un aspecto brillante. Prácticamente se deshace en el paladar. Debe tener el mismo ancho que el de la pieza de jamón o paleta de la que se ha cortado y un largo de unos 6cm.
Podemos llamar a las lascas, “tapitas” de jamón ibérico
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