Cerdos hay muchos, pero ¿ibéricos? Os ayudamos a reconocer a un cerdo ibérico en tres sencillos pasos:
La pezuña La pezuña negra es el distintivo más popular a la hora de reconocer un jamón ibérico. Si las uñas de la pezuña tienen el mismo tamaño y están separadas entre sí es señal de que el animal ha estado campando al aire libre. Si por el contrario la uña interna es más corta que la externa indica que el animal no ha hecho ejercicio y por eso no las ha desgastado. La pata El tobillo debe ser fino y alargado porque es un distintivo de la pureza de la raza. El muslo ancho y graso indica que en época de montanera el animal se ha ejercitado con la búsqueda de las bellotas, obteniendo un mayor desarrollo en sus músculos y una mayor infiltración de grasa.
La grasa La grasa de cobertura del jamón ibérico es abundante y la que se concentra en el lateral de la pieza es brillante y fluida. Con el simple contacto de la yema del dedo esta grasa se deshace y se hunde con facilidad cuando presionamos. Tres sencillos pasos para identificar a un verdades cerdo ibérico
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